SER MONOLOGUISTA EN VALENCIA

Ser monologuista en Valencia ha cambiado mucho desde que empezara yo con esto de los monólogos hace ya más de 10 años.

En 2000 fue la primera vez que me subí a un escenario a hacer un monólogo o algo parecido. En 2003 más o menos, empecé a trabajar con el circuito de Café Teatro de Valencia. Entonces no había prácticamente monologuistas en Valencia. Creo que estábamos Rafa Forner, Manu Badenes, Pablo de los Reyes y poco más. Siendo prácticamente sólo 3 monologuistas en toda Valencia, había más demanda que oferta de monologuistas. Si bien es cierto que por aquel entonces, tampoco había la cantidad de locales que hay ahora que programan monólogos o café teatro. En aquella época, en Valencia, estaban los locales del circuito de Café Teatro, Opera y poco más.

Ser monologuista en Valencia entonces, era un chollo, y sobre todo poder actuar en el circuito de Café teatro de Valencia. 14 locales, el circuito programaba de lunes a domingo, cada día dos locales, y lo mejor es que todos ellos más o menos llenos. Actuar un lunes o un martes en Valencia con el local lleno, es una cosa que ya no se ve.
En aquellos años, además de que no había crisis, no había tampoco competencia. Hoy en día hacen monólogos en cualquier bar o pizzería y los monologuistas sales de hasta debajo de las piedras.

Hoy en día a veces el monologuista está actuando mientras el público está comiéndose una pizza o pidiendo algo en la barra a grito pelado.

En la época buena del circuito,  el público era un público muy agradecido para el monologuista ya que era gente muy predispuesta que venía expresamente para ver tu actuación. Alguien que decide salir un lunes o un martes a ver un monólogo, es alguien que realmente tiene ganas de ver tu actuación. 
En los locales que digamos que no tienen tanta «solera monologuística» el cliente no es que vaya a ver el monólogo es que a veces se lo encuentra allí sin más. Mientras él o ella estaba tranquilamente de fiesta con sus amigos tomándose un cubata, ve que un tío con un micro se pone a soltar su rollo. Captar la atención es esos casos es mucho más difícil que si cuando llegas la gente ya está sentadita, orientada hacia el escenario y sabiendo a lo que ha venido.
Yo reconozco que a veces puede resultar molesto estar a tu rollo de fiesta y que un tío se ponga a «contar chistes» como dices muchos. 

Por eso, tanto los monologuistas, los magos como los grupos de Café teatro, agradecemos mucho poder seguir actuando de vez en cuando en los locales que aún quedan del circuito. Aunque desgraciadamente ya no se programe de lunes a domingo ni se llene tanto como antes. Hoy en día el Circuito de Café teatro de Valencia programa actuaciones de jueves a domingo pero sigue valiendo la pena ir tanto como monologuista como como público.