CONTRATANDO MONÓLOGOS EN BODAS
Ya son decenas las parejas para las que he hecho un monólogo el día de su boda.
Parecería un cura o un juez de paz si dijera que ya han sido muchas las parejas que han pasado por mis manos. Y es que ya son decenas las novias y novios que han podido reírse el día de su boda con un monólogo. A algunas parejas les ha ayudado para descargar la tensión del día de la boda, ya que hay algunos que ese día van más que estresados y el monólogo les viene bien para desinhibirse un poco. La verdad es que lo de los novios estresados el día de su boda, daría para escribir un monólogo nuevo, pero eso ya es otra historia.
Parejas de todo tipo son las que han querido contratar unmonólogo para el día de su boda. Ya ha llovido mucho y muchos años han pasado desde el primer monólogo que hice en una boda. Los novios protagonistas de tal experimento fueron Maria Elena y Rafa. Tengo que decir que fue gracias a ellos que empecé a hacer monólogos en bodas, ya que la idea se les ocurrió a ellos mismos. Me habían visto ya actuar en algún pub y tuvieron la por aquel entonces innovadora idea de hacer un monólogo el día de su boda. Yo al principio dudaba porque nunca lo había hecho y no sabía cómo iba a salir. Finalmente, me convencieron. Me dieron, como hago ahora siempre desde entonces, datos sobre su «historia de amor» para poder personalizar un poco el monólogo y me preparé como pude para afrontar mi primer monólogo en una boda. Por suerte salió muy bien y a raíz de aquella boda comenzó mi andadura haciendo monólogos en bodas por toda España.
Desde entonces muchas son las parejas que han sido «víctimas» de mis monólogos el día de su boda :
Zoraida y Víctor
Elena y Juan
Mariola y Carlos
Ester y Rubén
Azu y Alberto
Silena y José Ramón
Sandra y David
Raquel y Josep
y tantas otras que ahora no recuerdo pero que si alguna vez me vienen a la mente, prometo añadir a la lista. Así que si estáis pensando en casaros, queréis reíros un rato el día de vuestra boda y os apetece pasar a formar parte de esta peculiar lista, podéis contratar un monólogo y hacer no sólo que os riáis vosotros, si no que vuestros invitados recuerden vuestra boda como una de las más divertidas a las que hayan asistido nunca.